Ayer en la tele oí algo asi como que era muy dificil diferenciar entre una lubina salvaje y una de piscifactoria. No daba crédito a lo que estaba oyendo. Me quedé un rato pensando en aquello y en cómo podía ser que la ya muy castigada cultura gastronómica de este país se viera pisoteada, ninguneada con tanta facilidad. Haciendo de la diferencia de algo delicado y especial algo del montón .
Soy una defensora de los productos de calidad, del equilibrio entre la calidad y el precio. Todos sabemos que hay muchos productos que se pagan muy por encima de la calidad que nos ofrece. Para eso tenemos que ser listos y exigentes.
Estamos metidos en una espiral de pérdida de valores. Hay cosas que tenemos que intentar preservar e inculcar a futuras generaciones. La buena calidad de las cosas que comemos, saber diferenciar entre algo bueno, algo malo o algo superior. Para saber diferenciarlo hay que probarlo. Quizás este señor que afirmó no haber diferencia entre una lubina salvaje o una de piscifactoria no había probado la primera de ellas.
También me puse a pensar lo barato que tiene que salir agasajar a semejante individuo. Con sacarle un Don Simon en copa de fino cristal y presentarle una lechuga de bolsa aliñada y con unos bonitos hilos de reducción de Módena seguro que se sentirá satisfecho cual comensal de restaurante con estrellas Michelín.
Todo esto también viene al tema de los locales de toda la vida o los nuevos locales, ya sean bares o restaurantes. Yo me quedo sin duda con la calidad. Si hay calidad me da igual estar en un bar antiguo que en una «Gastroteka» (algunos me entenderán), si se paga lo justo por un buen producto me dará igual donde comerlo. Ahí donde me den bien de comer y me traten bien seguro que volveré.
LUBINA CON SOPITAS DE MEJILLÓN ROCA
INGREDIENTES:
Lubina de mas de 800 gramos
1 kilo de mejillones roca
1 patata cocida
Chalota
Tomates
Fumé de pescado (atillo de zanahoria, puerro y perejil)
Azafrán
AOVE
Sal
Perejil
Ajo
INSTRUCCIONES:
Esta receta es un dos en uno. La sopa sola ya es una auténtica delicia pero con la mezcla de la lubina ya queda de nivel.
Vamos a empezar preparando el fumé. Yo los pescados siempre me los llevo enteros a casa y luego decido yo como cocinarlos. Asi que para esta ocasión utilicé la cabeza y a espina de la lubina para hacer el fumé. Añadí un atillo de zanahoria, puerro y perejil, lo podeis poner suelto pero asi dejará todo su sabor y será mas fácil de sacar. Cubriremos de agua y pondremos al fuego una media hora. También añadiremos las patatas lavadas para cocerlas.
A continuación picaremos la cebolleta y el ajo. Pondremos a pochar en una cazuela con un chorro de aceite de oliva. Cuando esté pochado añadiremos el tomate pelado, despepitado y picado en dados. También echaremos unas hebras de azafrán, removeremos bien y añadiremos los mejillones. Una vez se empiecen a abrir cubriremos con el el fumé y dejaremos cocinar unis 10/15 minutos.
Para hacer la lubina pondremos aceite de oliva en una sartén o una placha que no se pegue. Cuando esté bien caliente la pondremos por la parte de la piel. Por este lado es por donde tendremos que cocinar casi en su totalidad dejando la piel bien crujiente. Veremos con el color de la carne va cambiando de color, cuando esto haya sucedido en 3/4 partes del lomo de lubina le daremos la veulta y en un minuto estará hecha.
Para la presentación pondremos un par de trozos de patata cocida y sobre ésta el lomo de lubina. Terminaremos echando nuestra sopa de mejillón roca al rededor con unos cuantos mejillones. Salaremos la lubina con unas escamas de sal y decoraremos con un poco de cebollino fresco recién picado.
¡Buen provecho! On egin!
Categorías:marisco, pescado, recetas para ocasiones especiales
Me encanta la receta y como siempre la introducción también, que fácil caemos en topicazos y en engañabobos, los sitios como dices que den bien de comer y punto. Que nos traten bien y no quieran cobrar más de lo debido, como esto en el mercado, que más dará comprarlo en la feria del pueblo que en rincones gourmet que no dejan tocar la fruta… Hay que buscar la calidad y el sabor del producto, que un huevo no es más rico por estar más limpito que uno sacado del gallinero del abuelo… Estamos en tiempos chungos para esto último..
Gran receta, prohibitiva salvo que la caña me ayude con la lubina 😉