No nos damos cuenta. Mientras seguimos dando vueltas y mas vueltas a nuestra ruedita cual Hamster en su jaula ahí sigues. Estiras la cuerda y llega a estar a punto de romperse pero tú sigues y sigues porque es a lo que te has acostumbrado durante mucho tiempo. Pero llega un día en que te bajas de la rueda y te paras a mirar a tu al rededor. Asimilas que hay vida más allá del trabajo, de la rutina, de Internet y la televisión. No es que solo te des cuenta es que además sabes que ésa es la vida que quieres, la que todos deberíamos llevar.
Lo siento pero no he echado de menos ni Twitter, ni Instagram, ni mi correo electrónico ni nada que me une con este mundo virtual. Eso si, voy a echar mucho de menos salir a mirar el cielo, oír los pajaritos piando en mi ventana y preparar el desayuno mirando el paisaje. No mirar el reloj, pasear por lugares con gente montada en bici con sus panes en le cestillo de delante. Pasear, respirar, sonreír y apreciar el tiempo como si fuera lo más importante de nuestras vidas.
Tan sólo 3 días descontectada del mundo y muy conectada a la vida, una vida que aunque ya no me acordaba la echaba de menos. Levantarse a la mañana con la mayor preocupación de disfrutar del día, sin horarios, sin obligaciones. En mitad de la naturaleza, árboles, lagos, animalillos, amigos y mucha vida.
Como volver a meterte en esa rueda que tan agotadora es. Tengo un truco, pensaré que pronto volveré a perderme en la vida despreocupándome de todo el mundo. Encender el móvil tan sólo para sacar fotos. No leer el periódico, no oír las noticias, no saber nada de nadie, tan sólo preocuparme de los que me rodean. De la red social real, la que se palpa, la que se siente, la que más me gusta.
La vida pasa mientras respiramos a duras penas. La vida pasa tan rápido que de vez en cuando hay que parar a observar y estos días es lo que he hecho. Lo siento no os he echado de menos.
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El rincón de AinaraLo 
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